Autoaprendizaje

El autoaprendizaje o aprendizaje autónomo hace referencia a aprender uno mismo. Consiste en aprender mediante la búsqueda individual de la información y la realización también individual de prácticas o experimentos. A una persona que aprende por sí solo se le llama autodidacta.

Debido a los continuos cambios que se producen en las tareas diarias de los trabajadores, es muy necesario que estos sean lo suficientemente proactivos para poder sacar adelante las tareas que se les ha encomendado. En ocasiones, las tareas no son las propias de sus funciones, por lo que es casi una obligación para el trabajador formarse por su cuenta. Además, toda intención de ampliar conocimientos, es muy bien vista dentro de cada empresa. 

¿Y qué ocurre en la escuela? Cada vez hay más teorías educativas que defienden el autoaprendizaje como la manera más efectiva de aprender. Se utilizan técnicas como Flipped Classroom, o clase invertida, donde los alumnos hacen las funciones de profesor. Esta es una técnica muy efectiva, pues los receptores del mensaje obtienen información y conocimiento a través de sus iguales, lo que hace que el mensaje sea más claro para ellos, pues utilizan un lenguaje muy parecido. Yo la he usado mucho y funciona muy bien. Pero el objetivo real de esta metodología es que los alumnos que toman las riendas como profesores, sean capaces de desarrollar un tema, entenderlo y hacerlo suyo para que la explicación sea efectiva para con sus compañeros. 

Sin embargo, no creo que se le dedique el tiempo suficiente a este tipo de metodologías. Esto no es «culpa» de los profesores, más bien lo es del sistema y de sus estrecheces. Si tenemos que dar este temario en este tiempo….no hay tiempo para experimentos. Y es una pena, pues el autoaprendizaje es el más efectivo. El siguiente ejemplo lo he utilizado yo mucho para explicar a los padres el por qué de la importancia de dejar a los niños que sean ellos mismos quienes realicen sus tareas.

Ejemplo de la autoescuela

Cuando decidimos sacarnos el carnet de conducir y aprobamos el teórico, nos queda la parte del práctico. A nuestro lado, tenemos un profesor o profesora que nos va a enseñar. Tiene otros tres pedales, espejos adicionales y es responsabilidad suya cualquier incidencia que pueda ocurrir. Por eso estamos más tranquilos y nos viene bien para una situación nueva. Pero…¿realmente aprendemos a conducir? La respuesta está clara, no. Aprendemos a circular, a pasar un examen… pero no a dominar el vehículo. ¿Cuándo ocurre esto entonces? Nosotros aprendemos a conducir el día que, tras haber aprobado, cogemos el coche solos y no tenemos a nadie al lado que pueda pisar un pedal o coger el volante. Cometemos errores, aciertos….y estos nos llevan a modificar o continuar nuestras habilidades conductoras. 

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