Los alumnos en la escuela: ¿personas o expedientes?

Creo que todos, alguna vez, nos hemos parado a hacernos esta pregunta. Al terminar cada trimestre, la escuela entrega un boletín de notas donde aparecen las calificaciones de las diferentes materias. ¿Qué ocurre con las calificaciones personales? En la etapa infantil, se le da mucha importancia a los progresos personales de cada alumno. ¿Y en la etapa primaria? Bajo mi punto de vista, este interés se diluye. Sobre todo a nivel burocracia. Depende de la importancia que le dé el profesor o profesora al desarrollo de cada alumno. En las tutorías, se suele comentar algo sobre esto, pero se queda más en una conversación que en una decisión de actuaciones. También, cuando desde el claustro se perciben actitudes inadecuadas, se trabaja en modificarlas. Pero solo cuando son actitudes inadecuadas…

En mi experiencia como docente, siempre he dividido las tutorías en dos partes: académica y personal. A la primera no le dedicaba mucho tiempo, a la segunda todas mis energías. En ocasiones, los mismos padres me han dicho que lo que les interesa es que sus hijos aprueben, más allá de si está contento, motivado…. Cierto es que desde mi etapa escolar hasta hoy, se aprecia un cambio de tendencia y los padres suelen dar más importancia cada vez a la forma de ser y actuar de sus hijos. Pero la experiencia y los datos me dicen que no es suficiente. Niños desmotivados, autoestima baja, ausentes en clase…

Estos alumnos pasan de curso con las notas que sean, pero también con una mochila cargada de emociones y experiencias diferentes, que les puede marcar para el resto de su vida. 

Algunos pensarán que lo importante es pasar de curso con buenas notas. Tienen parte de razón, claro…. pero las buenas notas no solo deberían ser en las materias. 

Vemos continuamente los diversos informes que califican a las escuelas según el ranking de notas o destrezas adquiridas, como el informe PISA. No he encontrado todavía un informe anual que hable de la calidad de la personalidad de cada alumno, de sus carencias emocionales, de su autoestima.. Y yo he visto como pasaban alumnos con unas carencias que a buen seguro les limitan sus capacidades, les impiden exprimir todo su pontencal.

Por el contrario, vemos que cada vez más las empresas se fijan en las soft skills (habilidades personales) antes que en sus hard skills (títulos). Si no hacemos caso a estas características, perdemos el tiempo, perdemos personas. Si le damos la importancia que merece, ganaremos todos. La escuela forma personas, no expedientes. 

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